Monday, April 16, 2007

Minutos después de terminar la entrada anterior... (cont. sobre mi piedra filosofal)
Sólo quería mostrar algunas de las "pistas" que me han indicado que no me equivoqué de vocación. No que hicieran falta, pero es padre recordarlas.
1) 11 de septiembre 2001: Poco antes de entrar a mi clase de psicología una compañera nos dijo que un avión se había estrellado con una de las torres gemelas. Después de aguantar la curiosidad toda la clase, corrí hacia la biblioteca, ingresé a nytimes.com y empecé a devorar todo lo que veía. Desafortunadamente fui interrumpida por el director quien nos corrió de ahí supuestamente por el simulacro de sismo que tendríamos ese día (luego nos enteramos que era una amenaza de bomba... sí, enserio). Llegando a mi casa, como muchos otros no me despegué de la televisión. En ese entonces tenía la fortuna de tener tele gringa así que tuve una cobertura más "directa", por decirlo así. Pasé el resto de la semana comparando notas de medios, analizando diagramas, viendo videos, todo lo que pudiera encontrar.
2) Los mundiales (obviamente) también han sido muestra no sólo de mi pasión pambolera, sino de mis dotes de periodista. Leía sobre los equipos, sus tácticas, sus entrenamientos, jugadores estrellas, los estadios, las probabilidades, etc. Y claro, el horario en el Mundial Corea-Japón 2002 no fue un obstáculo, fue un reto. Las actividades y horarios en las vacaciones del verano pasado giraron en torno a los partidos (la hora de la comida, los desayunos, las visitas a casas de vecinos, etc.).
3) Igual en el verano pasado me la pasé (como otros ciudadanos responsables, supongo) pegada a los periódicos, noticieros e internet averiguando sobre los cierres de campaña, elecciones y conteo de votos. Entré a chats de sitios extranjeros para saber qué opinaban otras personas de la situación de nuestro país, leía periódicos españoles, franceses y de EUA para saber qué tanta cobertura le daban a nuestro país, qué datos y fuentes usaban, etc.
4) Hace años: La tragedia del Challenger. Mi mamá me despertó diciéndome que una nave de NASA había explotado al intentar aterrizar. Por supuesto que una nave de una agencia como la NASA no explota sin razón alguna, así que recurrí otra vez a sitios y canales estadounidenses para entender qué había pasado. (Debo confesar que de chica quise ser científica, así que este tipo de situaciones siempre me interesaron). Leí sobre la maquinaria, los materiales, los tipos de entradas a la atmósfera (aterrizajes), etc. Cuando por fin se dio a conocer la razón de la explosión continué analizándola hasta comprenderla totalmente.
5) Situaciones similares han pasado con los siguientes acontecimientos: la visita del cometa Hale-Bopp, el tsunami, la muerte del Papa Juan Pablo II, las elecciones de Estados Unidos (cuando entra en acción mi alter-ego californiano), los atentados terroristas en España e Inglaterra, animales en general (mi otro alter-ego: el ecologista), etc etc etc. Sé que muchos de estos sucesos causaron curiosidad en la mayoría de la población, pero las horas que yo he pasado investigando sobre ellos ya no caen en el rubro de curiosidad, ya le tira a una adrenalina-informativa (creo que trataré de registrar ese término...).
Si hace falta más evidencia sobre mi naturaleza periodística, por favor vean lo que hice el pasado viernes en la madrugada después del temblor... (y eso que también sentí el de las 3:45am pero pensé que pasaría exactamente lo mismo).

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