Thursday, March 29, 2007

Qué pesimismo ¿verdad? Uno creería que alguien como Thomas Jefferson se expresaría del periodismo como una ventana a la información que enriquece a una sociedad, no limitarla. Pero tomando en cuenta que, efectivamente, uno de los mayores problemas del periodismo es dar información a personas que en la mayoría de los casos no está interesada en lo que dices o no sabe nada de ello, creo que yo también declararía algo así si no fuese por un pequeño detalle. En vez de andarme quejando por algo, estaría buscando la manera de solucionarlo. No quiere decir que lo lograría, pero por lo menos haría la lucha; la mediocridad, la hueva, los cínicos, los pesimistas y sobre todo los conformistas, son lo que más aborrezco. Detesto que la gente no pueda confiar en la información que lee, me choca más que ni siquiera lean, pero sobre todo detesto que ni ellos ni los medios busquen una manera de solucionar el problema. Y así nos seguimos en un círculo vicioso que no hace más que dañarnos a nosotros mismos. Eso es lo que quiero enfrentar. Por más ambicioso o hasta irreal que pueda ser, quiero luchar por no caer en el periodismo que predomina en esta sociedad. Indiferentemente del tema, quiero que la gente se informe, reflexione, aprenda y use lo que los medios les transmiten. Quiero que la información deje de pasar esa línea tan delgada que existe entre ella y el entretenimiento. No es que estén peleadas, al contrario, pueden ser grandes aliadas, si se usan correctamente.
Dejando de lado mi capa y espada ¿dónde puedo encontrar mi piedra filosofal? En realidad, creo que esa no es la pregunta ideal. La piedra no se encuentra, se hace, se va forjando dentro de cada quien a partir de lo que se aprende y hace. Ahora la mía parece un granito, bueno un poquito más grande talvez. Tiene varios colores y nombres grabados. Visto desde un microscopio podremos ver el nombre de mis maestros, escuelas, un logo del ángel de la independencia y otro más de un "aguilita". Dejando de lado la posibilidad de usar la cuasi-piedra como un arma en contra de los pseudo-periodistas, creo que sería mejor dejarla crecer y empezar a pulirla para darle una mejor forma. (Total, si la dejo crecer mato a dos o más pájaros de un tiro)
Veamos. Estoy en la segunda mayor empresa televisiva del país y trabajo en uno de sus sectores más fuertes (y de los pocos respetables) y de los que más me apasionan, los deportes. Que quede claro que nunca me limitaré a los deportes, siempre quise ser periodista porque mi insaciable curiosidad (tirándole a metichez) me lleva a querer saber de todo. Aunque trabaje en deportes nunca dejaré de lado los demás ámbitos del periodismo, de eso estoy segura. Así como existen muchas oportunidades en donde estoy, también hay muchos problemas. Los programas no saben cómo ser entretenidos sin vender entretenimiento, en vez de información que es lo que la gente busca. Talento hay y mucho, eso no lo dudo, pero este no se ha canalizado para satisfacer la función principal de los programas (¿o cómo más se puede explicar los bajos ratings?) El hecho de que sea una de las (acaso) diez personas que tienen una licenciatura no me hace mejor que nadie, pero sí me da más armas para hacer algo que ellos no. El problema es que están tan acostumbrados a hacer las cosas de la misma forma que se ciegan ante la posibilidad de hacerlas de otra manera. Dan por hecho que la información es aburrida, por lo que no pueden basarse solamente en ella (irónicamente el departamento está ligado directamente a noticias), pero tampoco se fijan en que si la gente ve un programa deportivo, no es porque los vaya a entretener, sino porque los va a informar. Claro, el tema se presta a ser más flexible en cuanto a la presentación (o sea no es un noticiero), pero volvemos a lo mismo: hay límites y está de por medio la credibilidad de los reporteros, conductores, el programa y la empresa misma. La sociedad está evolucionando (no necesariamente creciendo), ¿por qué no debe hacerlo la información o la manera en la que se usa? (en palabras almadelia-nas "¿por qué no nos soltamos el pelo?"). Volviendo a la ambición y a las habilidades superpoderosas, eso es lo que quiero que represente mi piedra. Quiero demostrar que la información no está peleada con los datos duros ni el público le tiene miedo a ellos, que hay más en los deportes que mostrar resultados y hacer pronósticos, que los reportajes no son lo mismo que unas notas largas, que la investigación no tiene por qué ser aburrida y sobre todo, que informar es un lujo, pero sobre todo es una responsabilidad.
Como es característico de mi, pido mucho, pero no lo pediría a menos de que no supiera que no es posible. No sé donde estaré en diez años, pero si no estoy siquiera tratando de lograr todo lo anterior, probablemente no estaré satisfecha conmigo misma.
(que chistoso... creo que mi piedrita se ve un poquito más grande que hace una hora =P )
Henry David Thoreau
Aristotle
Henri-Frédéric Amiel
John F. Kennedy
John Quincy Adams

Monday, March 19, 2007

Tengo un ángel más en el cielo. Ahorita debe estar escogiendo una nube desde donde pueda ver todos los partidos de futbol, pero especialmente desde donde pueda seguir vigilando y consintiendo a sus nietos. Así fue siempre; ya fuese desde su famosa banquita o de su balcón, el abuelo Juan nunca perdía de vista los quehaceres tanto de chicos como de grandes. Los partidos de fútbol siempre contaban con un entrenador, director técnico y árbitro que monitoreaba nuestras jugadas con el mismo interés que una final mundialista. Para él nada era mejor que reírse de las puntadas de Fer, gozar de la risa de Lulú, disfrutar del talento panbolero de Hugo y Juanjo, observar las travesuras de Arturín y Toñín, ni platicarnos de lo mucho que sabía y había vivido.
Recuerdo bien el sinfin de pláticas que tuvimos sentados en esa misma banquita cada fin de semana. Con una Pepsí en mano y anteriormente con un cigarrito, las horas pasaban volando en lo que nosotros agotábamos todos los temas que se nos ocurrían. El fútbol, la pólítica, la historia, los viajes, el trabajo, la escuela, la comida... abarcábamos todo de principio a fin. Nunca lo dudé, pero siempre me recordaba cuanto le gustaba esa banquita.
Le encantaba tomar fotos de toda la familia, su mayor adoración. Rara vez faltaba su Pepsí, su vaso de vino, unas papas "light" y su palm, uno de sus juguetes favoritos (empatado con la cámara y la Murano). Nunca le gustaba ir al super ni a Perisur (menos en domingo), pero siempre iba con tal de hacer compañía. Los sábados se preparaba una torta al llegar del trabajo y salía a comerla a la banquita donde siempre podríamos encontrarlo (a menos de que estuviesen jugando sus Chivas).
Siempre esperábamos con ansia la Semana Santa, sabíamos que esos pocos días de descanso y convivencia eran lo mejor de todo el año. Nos chocaba tener que correr en las mañanas a apartar una mesa, pero hasta hacía las cosas un poco más emocionantes. A Juan le gustaba sentarse en la orilla de la alberca y dependiendo del calor se metía un rato o regresaba a la mesita donde teníamos prohibido mojar a alguien.
A todas nos decía guapas, a uno que otro su nieto latoso, odiaba al América al igual que al Peje, le encantaba todo tipo de música, especialmente la regional (tanto de España, como de México), fue idealista y emprendedor - se quejaba de cualquier cosa que le molestara, pero siempre proponía una solución. Entre semana siempre estaba de traje y corbata, pero los fines de semana nunca faltaban sus pants del Madrid.
Era bromista, pero le gustaba más reírse de las payasadas de Rafa, los comentarios de Nieves y las locuras de Ana y Maribel. Siempre nos cuidaba, pero también era nuestro cómplice, era quien nos ofrecía un chocolate más cuando todos los demás nos lo habían negado.
Qué difícil va a ser ver vacía esa banquita, pero aunque nosotros no veamos a nadie ahí, sabemos que Juan siempre estará vigilándonos desde donde está, que nos regañará si nos ponemos tristes, que seguirá riéndose con nosotros, que gritará "gol!" en nuestros partidos y sobre todo que nos cuidará como el buen abuelo que siempre fue.
Tomando fotos en Semana Santa

En su cumple con Hugo y Marisa

Con su nieto latoso


Conmigo en Semana Santa

Me confesó que ser padrino de Lulú fue una de las cosas más bonitas que le hayan pedido

Entre todas nuestras pláticas te confesé muchas de mis ambiciones y ahora sé que gracias a todo lo que me diste soy capaz de cumplirlas. Siempre te llevaré conmigo abuelo.

Thursday, March 15, 2007

Inviabilidad vehicular

El panorama de la Ciudad de México no sería igual si no se tomaran en cuenta los más de 8 millones de vehículos que transitan por sus calles. El crecimiento de este problema es cada vez más notorio en el tráfico, el estado de las avenidas, la contaminación y la actitud de los conductores. A pesar de contar con un sistema de transporte colectivo (metro) que sirve a 4.2 millones de personas diarias y con una amplia red de transporte de pasajeros, las medidas gubernamentales no han estado a la par de la situación.





Principales arterias de la Ciudad de México


Fuente: SETRAVI


Relación de asfalto y repavimentación

Fuente: Secretaría de Obras y Servicios

Sunday, March 04, 2007

Algunos movimientos...

Pino

Pasavallas

360° chilango


Mortal de lado

Mortal


Pasavallas

Salto de gato

Rompemuñecas

Mortal


Escogiendo el trayecto
Como cualquier otro deporte, el parkour tiene una serie de movimientos predeterminados que indican el nivel del traceur.
Los movimientos básicos son:
- Recepción simple: la caída después de un salto
- Rodada: una rotación o marometa para amortiguar una caída más alta
- Equilibrio: se utiliza para caminar sobre lugares angostos (tubos, paredes)
- Distensión: sirve para llegar más lejos en un salto

Los desplaces son movimientos que permiten atravesar o esquivar un obstáculo, son:
- Pasavallas: se utiliza para esquivar obstáculos simples
- Pasavallas lateral: igual que el pasavallas excepto que se usa cuando el obstáculo está paralelo a la ruta que lleva el traceur
- Salto de gato: se hace apoyando las manos en el obstáculo y luego pasando las piernas en medio de ellas
- Reverso: movimiento donde se hace un giro para cruzar un objeto que se encuentra horizontal al trayecto (un barandal, por ejemplo)
- Rompemuñecas: se libra el obstáculo lanzando las piernas hacia delante y luego apoyándose en las muñecas para agarrar más vuelo para seguir el trayecto

Los saltos se caracterizan por la profundidad del brinco y el lugar desde donde se haga:
- Salto de fondo: un salto desde un lugar más alto que el nivel del suelo
- Salto de brazo: un salto donde no se puede llegar con un salto “normal”, los brazos se sostienen de la orilla de la pared y los pies se lanzan hacia delante para después impulsarse para poder escalar la pared y continuar
- Salto de longitud: para llegar a un lugar muy lejano
- Salto de precisión: para caer en un lugar muy estrecho o pequeño, como una piedra o tubo


Existen otros movimientos que constan de una combinación de las acciones previamente descritas. Algunos son:
- Media vuelta: movimiento que sirve para pasar al otro lado de un obstáculo y colgarse (como al final de un salto de brazo)
- Atravesamiento: se atraviesa un obstáculo como dos tubos o ramas
- Pasa murallas: se usa una pared como escalera para poder superarla
- Tic-tac: se rebota en un obstáculo para usar el impulso para llegar a un lugar más alto (ejemplo: una pared)
- Lashé: movimiento que utiliza solamente las manos para superar un obstáculo
- Plancha: contrario al lashé este movimiento usa los brazos, normalmente se usa para subir ramas o barras
- 360°: se hace un giro de 360° usando solamente las manos sobre el obstáculo

Fotorreportaje - Parkour

Parkour - El arte de desplazarse
El parkour o “arte del movimiento” es una actividad poco conocida en el mundo y consta de una diversidad de movimientos que permiten a los traceurs (practicantes del parkour) sacar provecho de objetos que normalmente estorban o dificultan el paso (tubos, escaleras, coches, árboles, etc.).
Los orígenes del parkour se trazan hasta la guerra de Vietnam, aunque los movimientos fueron perfeccionados por el francés David Belle, a quien se le reconoció como el fundador del deporte. Este deporte no es sólo considerado una actividad física, sino también como una forma artística o una filosofía que se adapta al entorno de las ciudades y a los problemas cotidianos. La base del parkour es utilizar la mente, la velocidad, agilidad y la originalidad para superar cualquier problema.
Belle y su compañero Sebastien Foucan perfeccionaron las técnicas del parkour en los barrios parisinos hace casi veinte años. Entre ambos conformaron un grupo llamado Yamakasi, que adquirió fama después de la creación de una película estrenada en el 2001. A pesar del impacto que la disciplina recibió después del estreno de dicha producción, Belle dejó el grupo porque pensó que la comercialización acabaría con el espíritu que encarna al deporte. Actualmente tiene a su cargo un grupo nuevo llamado “Team DB” que practica en el suburbio de Lisses, Paris.

Parkour en México
El primer grupo en practicar parkour en la Ciudad de México, llamado Urban Runners, consta de un grupo de jóvenes que se reúnen en diversas zonas de Ciudad Universitaria. El grupo ha llamado mucho la atención de vecinos y personas que circulan por ahí, al grado que los han confundido con rateros. Los movimientos que realizan los traceurs poseen un nombre único y consisten en brincos de alturas considerables, giros de 360 grados, escala de paredes, entre otros. A pesar de la imagen que dieron inicialmente, los jóvenes han creado una cultura de disciplina y aprendizaje en grupo ya que aparte de entrenar, invitan a otras personas a practicar el deporte de manera gratuita. El propósito de conocer el parkour es tanto de fomentar una actividad sana, como de aumentar el rendimiento físico e imponerse nuevos retos como un estilo de vida.
De acuerdo a la página de Urban Runners, el parkour es una actividad que permite desarrollar “la fuerza, la rapidez, la distensión, la agilidad, la habilidad, la coordinación y el equilibrio” (Urban Runners). El parkour proviene de la palabra francesa de recorrido y fue creado en Lisses, Francia, por David Belle hace casi 17 años. La exportación de esta actividad hacia México se llevó a cabo a través de un reportaje televisivo. Erick Sánchez vio en el parkour algo diferente y filosóficamente apto para aquellos que quieren romper barreras físicas y mentales. A través de parientes y amigos cercanos, Erick (conocido entre los traceurs como “Daer”) es capaz de difundir poco a poco la práctica del parkour y funda el grupo Urban Runners el 8 de mayo de 2005. “Urban Runners no busca la fama ni la fortuna, lo único que busca es cambiar la mentalidad de la gente con su ejemplo (y) demostrar que no hay más límites que los que uno mismo se ponga y que en realidad el miedo es controlable e inclusive superable si así lo deseas, buscando así superar los límites humanos” (Urban Runners).
Actualmente, Urban Runners cuenta con 25 miembros oficiales, aunque cada semana atienden entre 30 y 40 personas a diversos cursos para acoplarse a los movimientos que exige la actividad. Los lugares más recurridos por los traceurs en el Distrito Federal son la filmoteca y las facultades de Psicología, Medicina e Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México. Las prácticas de los traceurs más avanzados se realizan cada fin de semana entre las 10 de la mañana y 3 de la tarde.
La página de Urban Runners (
www.urbanrunners.net) reconoce a poco menos de 20 grupos de parkour en México, algunos de los más conocidos son Monos Urbanos (Estado de México), GMX (Jalisco), Artextremo (Nuevo León), entre otros.