El último color no existe
Parecía un domingo cualquiera. La redacción vacía excepto por el rápido ir y venir de reporteros agotados por los trayectos que realizaron durante el día. Contrario a los demás días parecía que ahí todo era tranquilidad. Parecía.
Al fondo una oficina con luz blanca, un cenicero limpio pero con cicatrices de cientos de colillas. Pegada en la gaveta, las órdenes del día... y nada más. La televisión apagada, el escritorio sin notas ni papeles. Las plumas trístemente estáticas y calladas. Faltaba algo, faltaba alguien.
Pocos como él ven en el deporte algo más que goles y resultados, pocos comprenden la forma en que los detalles se mezclan para crear surtidos de emociones... y muchos menos saben cómo describirlos. Pero como bien dicen, la magia del deporte es que este seguirá sin que estés tu, sin que esté yo o nadie más. Sólo nos queda darle voz a esos colores, a esos detalles, a esas historias y a todo aquello que nos hace vibrar.
1 comment:
Niña, sin lugar a dudas esta es la columna que más me ha gustado. Realmente rescataste la escencia de los comentarios de color, y aunque algunos no congeniamos con Faitelson por muchas razones, es cierto que su partida deja un hueco, no solo en Azteca deportes, sino para el medio deportivo nacional. Pero como dices, esto sigue sin importar quién esté ahi.
Sigue así!!!
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