Friday, March 28, 2008

Tenía que pasar más de un mes para que volviera a este espacio y en ese lapso he viajado a ocho estados del país para vivir un sinfin de experiencias más que han enriquecido mi carrera.
Además de cubrir a Santos en Torreón, tuve la experiencia de visitar Cuatro Ciénegas y las dunas de yeso. Literalmente es un oasis - encontrarse con agua cristalina que surge por vías subterráneas en pleno desierto es asombroso. Además, gracias a Gilberto Dávila (oriundo de Monterrey) pude practicar sandboarding en las Dunas de Bilbao (en Viesca, a 30 minutos de Torreón). Aunque lo más complicado fue aguantar el intenso calor y los fuertes vientos que hacían que la arena "picara" mis piernas, la experiencia fue increíble y muy divertida. Gracias a que la arena es muy fina no te raspa al caer, eso sí, subir de nueva cuenta las dunas es sumamente complicado ya que tus pies se entierran con cada paso y hacen mas complicada la subida.
La Poza Azul en Cuatro Ciénegas, increíble ¿verdad?
Otra más
El contraste entre desierto y agua

Las Dunas de Bilbao en Viesca

Gilberto haciendo sandboarding

Tras mi segundo intento logré bajar sin caerme

Por las siguientes tres semanas visité Culiacán, Aguascalientes y Mexicali, al seguir al Chicago Fire en su gira por México donde enfrentaría a Dorados, Necaxa y al San Luis, respectivamente (aunque este último partido fue pospuesto por las condiciones del campo). Claro, la idea de esto era darle cobertura a Cuauhtémoc Blanco, quien irónicamente regresó a México para ver la crisis del equipo de sus amores, el América. Fue esa misma situación la que acorraló a Blanco en cada conferencia de prensa, aunque el club hacía lo posible para que sus comentarios se limitaran a su club y la MLS (que ingénuos). Aparte de conocer al "Cuau", las tres semanas me permitieron conocer las diferencias en la preparación de los clubes mexicanos y los "gringos", quienes optan más por ejercicios de compañerismo, comunicación y acondicionamiento físico. Obviamente en cada uno de los lugares Blanco causaba furor entre la afición, a la vez que sus compañeros veían incrédulos la cantidad de personas que se reunían con tal de ver al mexicano siquiera unos minutos. Por cierto, los dos partidos disputados terminaron en un empate a uno, sin que Blanco anotara para satisfacer a la afición (el estadio Banorte de Dorados registró lleno, mientras que el Victoria alrededor del 45%).

La razón por la que cuento que estuve en 8 estados de la república es porque a mi regreso a la capital viajé a Pachuca y Puebla para cubrir a sus respectivos equipos (el primero, el día que se tomaron la foto oficial con la antorcha olímpica), además de ir a Taxco en pleno Viernes Santo para hacer una nota de la concentración de la selección femenil de cara al torneo preolímpico que se realizará en abril en Ciudad Juárez.
Mi próxima entrada tratará sobre el último estado en mi recorrido nacional, Jalisco, del cual seguramente conocerán las razones de mi visita.

El Cuau en entrenamiento de Chicago Fire en Culiacán
El atardecer sinaloense
En el estadio Banorte (de Dorados)